Fue la BBC la primera cadena de televisión que emitió la situación que, en 1984, se estaba viviendo en Etiopía: una hambruna catastrófica que, en medio de una terrible guerra civil, acabó matando a más de un millón de personas entre otras cosas, porque las naciones extranjeras tardaron mucho en reaccionar y mandar ayuda.
Pero las imágenes terroríficas que pudieron verse, de niños desnutridos exageradamente faltos de peso, de aves carroñeras esperando el momento en que los menores fallecieran para llevarse a su ‘presa’, tocaron el corazoncito de las grandes estrellas de la música, que pensaron que era el momento de ponerse a hacer algo.
La iniciativa partió del activista social Harry Belafonte, que quería replicar en Estados Unidos algo parecido a lo que había hecho Bob Geldof con su Band Aid en Reino Unido. Geldof había grabado un villancico solidario titulado ‘Do They Know It’s Christmas?’, con un supergrupo formado por David Bowie, Paul McCartney, Paul Young, George Michael, Sting e integrantes de Duran Duran, Spandau Ballet, Heaven 17, The Boomtown Rats, Bananarama, U2, Ultravox, Status Quo, entre otros conjuntos.

Entre Belafonte y Quincy Jones, buscaron a las personas adecuadas para escribir la canción solidaria norteamericana: Stevie Wonder, Lionel Richie y Michael Jackson. El primero no pudo acudir a la sesión de composición y, al final, los autores fueron solo un dúo.
El 28 de enero de 1985, después de celebrarse la entrega de los American Awards, se aprovechó la gran cantidad de artistas que había en Los Ángeles para juntarse todos en los estudios A&M Recording Studios de Hollywood, con Quincy Jones al frente quien les dijo al entrar la ya famosa frase: «Dejen sus egos en la puerta».

El grupo se bautizó como United Support of Artist for Africa (USA for Africa) y tenía como objetivo recaudar con la canción fondos para un millón de etíopes. Eran las 22:30 de la noche cuando este fantástico coro entró a grabar sobre la pista de audio, creada el 22 de enero con las voces de Richie y Jackson.
Valió la pena, pues se convirtió en uno de los singles más vendidos de la historia, con 20 millones de unidades y consiguió el Grammy a la Canción del año y al Disco del año, impulsando más actos musicales a posteriori como el mítico macroconcierto solidario Live Aid que se celebró en julio de 1985 simultáneamente en el estadio de Wembley (Londres, Reino Unido) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia.

Pero lo más importante de todo, es que ‘We Are The World’ marcó el camino a seguir a los artistas que quisieran aportar su granito de arena ante los problemas humanitarios, recaudando nada menos que ¡¡75 millones de dólares!! y convirtiéndose en un emblema de la lucha contra la pobreza.